Hoy llega a su fin la serie “Aprender a escribir”. Ha sido un proyecto que comenzó allá en septiembre de 2014, en los albores de Sttorybox, y termina hoy, con el comienzo de un nuevo año, el 2016, y que solo estuvo interrumpido durante el verano pasado.
37 son el total de artículos que han formado parte de “Aprender a escribir”. En ellos nos ha dado tiempo a acercarnos a una buena parte de los componentes a tener en consideración cuando se afronta la escritura de una novela, especialmente desde un punto de vista narrativo.
Hemos hablado de los personajes, los escenarios, los conflictos, la organización y estructura de la novela, de la planificación, de la exploración personal…
Hemos visto numerosos ejemplos basados en las obras de algunos grandes maestros de la literatura.
Ha sido todo un placer participar en una experiencia así.
Personalmente quiero aprovechar estas líneas para dar las gracias a varias personas. En primer lugar a mi amigo Víctor Peguero y a su compañero Javier Vargas, que me dieron la oportunidad de participar en este proyecto de Sttorybox con gran libertad en las formas y los tiempos. En segundo lugar, a los miembros del equipo de Sttorybox que se han ocupado de revisar y dar formato a mis artículos para su correcta publicación en el blog.
Y por supuesto quiero dar las gracias a vosotros, a los usuarios de Sttorybox que habéis leído las entradas de “Aprender a escribir” cada semana, a los que habéis enlazado a las mismas en Facebook o Twitter y a los que habéis dejado algún comentario en ellas. Mi objetivo siempre fue legar en vosotros algo de utilidad dentro de mis humildes conocimientos y experiencias como lector y escritor, y espero haberlo conseguido.
Sé que soy un hombre desactualizado para estos tiempos de la web 2.0 y que mis artículos no están escritos teniendo en cuenta este nuevo mundo de la inmediatez, de las píldoras breves de información y la síntesis. Sí, escribo a la antigua usanza, con ladrillos extensos, y me pierdo en mis propias palabras a veces, pero espero ser perdonado por ello.
Para terminar, como no podía ser de otro modo, quería dar fin a la serie con unos últimos consejos generales para ti, para el que quiere aprender a escribir y convertirse en escritor, grande o pequeño, pero igualmente genio.
1) Conócete a ti mismo
El primer y más importante consejo que di al comenzar mi andadura en Sttorybox merece ser recordado ahora: conócete a ti mismo. Reflexiona una y otra vez sobre lo que quieres contar a los demás y sobre lo que te gusta escribir. No pierdas la confianza en ti como creador y encuentra tu propio estilo. Escribir es como cualquier otro hobby, solo escribiendo sobre lo que te gusta te encontrarás cómodo y aumentarás las posibilidades de éxito entre el público o, al menos, el éxito de autosatisfacción personal.
2) Las reglas no están escritas sobre piedra
Las reglas son tan solo guías para comprender por qué los escritores escriben hoy en día como escriben y por qué los lectores leen lo que leen. Pero la literatura, como cualquier proceso humano, evoluciona y muta, aunque a nuestros ojos esa mutación ocurra de manera imperceptible o de forma ligera.
Entre “Ilíada” y “Cien años de soledad” se extienden 2800 años de historia, y ambos textos tan dispares fueron sin embargo canon y modelo a seguir en sus respectivas épocas. ¿Cómo es posible? ¿Cómo el ser humano llega a admitir un modo de escribir y de crear tan dispar con el paso del tiempo?
La respuesta es que entre esos dos hitos, cientos de hombres y mujeres tomaron en algún momento la decisión valiente de escribir, y además hacerlo siguiendo sus propios deseos y sus propias reglas dentro del marco general existente. Cada obra es en sí misma una pequeña revolución que colabora en la larga tarea de revolucionar la literatura al completo. Y cuando nos damos cuenta de ello, los modos a la hora de escribir y de leer se han transformado.
Por lo tanto conoce las reglas con el fin de poder utilizarlas a tu antojo, incluso hasta llegar al punto de romperlas sin fracasar en el camino.
3) No olvides las buenas costumbres
Lee todo lo que puedas, porque el conocimiento, como pensaba Esquilo, acarrea sufrimiento, pero también experiencia. Hay mucho que aprender de otros autores y hay mucho que aprender del mundo, que es un océano repleto de saber del que se puede extraer ingente cantidad de material con el que dar cuerpo a una buena historia.
4) Y por supuesto, escribe
Aunque sean dos líneas, aunque sea una hoja de personaje, aunque sea una simple idea. Toma los descansos que necesites e incluso olvídate de ello durante una temporada. Pero al final recuerda que solo escribiendo se completa una historia, día a día, párrafo a párrafo. Y cuando menos lo esperas completas un capítulo, después una parte y al final un libro.
Recuerda que Dante, Cervantes, Goethe, Tolstoi, Márquez o Tolkien fueron en algún momento alguien como tú, alguien que un día decidió con toda su voluntad tomar una pluma y comenzar a trazar letras sobre un trozo de papel que estaba completamente blanco.
Aquí termina “Aprender a escribir”. Muchas gracias de nuevo. No olvidéis compartir vuestros relatos en Sttorybox.com como hasta ahora y aunque esto parezca una despedida, tan solo es un hasta luego por mi parte. Espero que sigamos en contacto a través de nuevas recomendaciones o incluso con entradas puntuales que sirvan de recuerdo a esta sección o que abran alguna nueva. ¡Muchas suerte!