Ya sabes que en Sttorybox hemos nacido por y para dar difusión a nuevos autores. Nada nos hace disfrutar más que romper el silencio en torno a la escritura para ofrecerte la oportunidad de contarle al mundo tus historias. Esta semana hemos querido hacerlo de una forma diferente. Por ello, hemos invitado a nuestro blog a Andrés Montagut, un joven escritor sevillano que acaba de publicar su segunda novela, “Esencia de Fatalidad“.
En su obra, Andrés nos presenta a Pablo, un treinteañero sevillano (como su creador) que decide romper con la estabilidad de su vida cotidiana, su trabajo y su relación, y trasladarse a Marbella para vivir una nueva vida. Allí conoce a Nadia y Claudia, dos mujeres muy distintas con las que sentirá una conexión especial, y que cambian su visión y perspectiva del mundo. A medida que avanza la obra, Pablo va redescubriéndose a sí mismo, mientras poco a poco se ve arrastrado por una corriente de fatalidad que parece perfilarse como su verdadero destino.
Entre alguna que otra cookie que Andrés acepta con gusto, el autor nos explica cuál ha sido su experiencia al dar vida a “Esencia de Fatalidad”. ¿Quieres saber qué nos contó? Pues no pierdas detalle ;)
Charlamos con Andrés Montagut sobre su libro “Esencia de Fatalidad”
Miriam Sttorybox - ¡Hola, Andrés! Antes de nada, enhorabuena por tu obra “Esencia de Fatalidad”, es increíble. Incluso días después de haberla leído seguimos pensando en ella y sus personajes.
Andrés – Me alegra oír eso. Siempre es bueno que una historia deje algo de poso en los demás, pues indica que acertaste de alguna manera.
Miriam – Existe un claro paralelismo entre tus personajes y tu vida, sobre todo en lo que han estudiado ellos o sus profesiones. ¿Sueles inspirarte mucho en tu vida para escribir?
Andrés – Bueno, esta es la clásica pregunta obligada que todo escritor ―o aspirante, como es mi caso― debe responder alguna que otra vez. Pero lo cierto es que únicamente extraigo de mi vida los elementos más superfluos. Soy muy consciente del aura mística que rodea a los escritores, ya que la mayoría tiende a pensar que deben de llevar vidas intensas, especiales. Pero eso solo ocurre en contadas ocasiones, y ya cada vez menos. Lamento si con mi respuesta he echado por tierra algún mito sobre este oficio.
Miriam - En un momento de la obra se menciona a Bukowski y, poco después, Pablo aterriza en el Smoke #2, un escenario que recuerda mucho al afamado escritor. ¿Qué otros autores te sirven de referencia y cómo te han influido?
Andrés – Charles Bukowski ha sido uno de los autores que más intensamente me ha inducido el deseo de escribir, sin olvidarme de Gianrico Carofiglio y Arturo Pérez-Reverte, por citar solo a algunos. Dicho esto, no hay que confundir la inspiración con el estilo; otro escritor puede inspirarte, pero jamás podrás coger prestado su estilo, su fuerza. Tienes que ser capaz de encontrar tu propio estilo.
Miriam - La metáfora de la mochila es, sencillamente, brillante. ¿De dónde surgió? Consigue que empaticemos enseguida con Pablo y su situación. ¿Qué más recursos utilizas para lograr este efecto en tus lectores?
Andrés – Pues mira, es tal cual se cuenta en la historia. Tomé prestada la anécdota de una película y me pareció que podía encajar perfectamente con mi personaje. En cierto modo volvemos al asunto de la inspiración si te das cuenta. Creo que conseguir la empatía del lector es fundamental en novelas tan personales, donde todo gira en torno al mismo personaje. Un lenguaje honesto, cercano y un ritmo fluido en las acciones del personaje son claves para lograrlo. No será lo único necesario, pero desde luego es crucial.
Miriam - Eres un autor muy joven y ya has escrito y publicado dos novelas, ¿qué consejos le darías a nuestros usuarios, que buscan ser publicados algún día?
Andrés – Nunca me ha gustado el oficio de consejero. Solo puedo decirles que sean plenamente conscientes de lo que significa escribir. Sinceramente, hay más inconvenientes que ventajas. Es un camino duro, y casi con toda seguridad te reportará más frustración que alegrías. Esta es la verdad y no me importa tener que decirla una y mil veces. Ahora bien, si tras interiorizar todo eso uno siente que quiere seguir adelante con la idea, lo siguiente que tiene que hacer es enfrentarse a la página en blanco. Asalto tras asalto, como en un combate. Escribir es una lucha en la que eres tu propio oponente.
Miriam - ¡Muchísimas gracias por haber charlado con nosotros! Ha sido un placer leerte, te deseamos muchísima suerte en tu carrera y nos morimos por leer tus próximas novelas.
Andrés – ¡Gracias a vosotros y hasta otra!