Quantcast
Viewing all articles
Browse latest Browse all 125

Aprender a escribir XXX – Los objetos II

Continuamos repasando el papel de los objetos dentro de la creación de una novela. La semana pasada abordamos aspectos a tener en cuenta a la hora de abordar la elección de los objetos que contarán con mayor presencia dentro de nuestra historia. Hoy vamos a tratar cuestiones de estilo y narrativa, es decir, qué función pueden cumplir esos objetos que hemos seleccionado como componentes más visibles en la historia.

La clave en este momento es no olvidar la fórmula de que los objetos interesantes serán aquellos que de un modo u otro se relacionan con las emociones humanas, que no son presentados como un simple adorno o relleno, sino como elementos que evocan algún sentimiento, motivación o deseo tanto en los personajes protagonistas como en el lector. Si se sigue este modo de entender las cosas, normalmente nos encontraremos con las siguientes expresiones:

1) El objeto como protagonista

Esta es una de las funciones más elementales y recurrentes para un autor. Un objeto concreto y especial, realmente individual, adopta la atención central del argumento y todas las acciones y decisiones de los personajes giran en torno a él. Dependiendo de esta relación, las posibilidades son variadas. Aquí se señalan algunas:

a) El objeto puede ser el fin principal a obtener por el protagonista, es decir, se configura como la meta. Ej: En “Almas Muertas”, Chichikov recorre los pueblos de Rusia en pos de conseguir documentos de propiedad sobre siervos ya fallecidos para utilizarlos en una estafa con la que obtener subvenciones del Estado.

b) El objeto puede entrañar un secreto o misterio a descubrir que satisface un deseo, asociado en muchas ocasiones a propiedades mágicas y legendarias. Ej: la Piedra Filosofal en el primer volumen de la saga “Harry Potter”, cuya posesión concede poderes como la inmortalidad y, en el caso de Voldemort, el retorno al mundo físico.

c) La existencia del objeto puede suponer una amenaza para el futuro de los personajes. Ej: el Anillo Único en “El Señor de los Anillos”, del que depende el destino de los pueblos libres de la Tierra Media.

d) El objeto define el modo de vida de los personajes. Ej: en “Germinal” las miserias y penalidades de los personajes emanan absolutamente de la mina de carbón y la hulla que extraen de ella cada día en interminables jornadas. En la novela “Dune”, la vida económica en el planeta Arrakis gira en torno a la Melange, la especia de gran valor para cuya extracción viven sus habitantes.

Estos cuatro puntos son solo algunas de las opciones disponibles. Lo esencial es comprender que el objeto influye de un modo u otro en los personajes y en las acciones.

2) El objeto como carácter del personaje

Cada personaje se relaciona con una esfera de la vida y cada esfera de la vida se vincula con una serie de objetos que le son propios. Los objetos que un personaje toma para sí pueden ser utilizados para contarnos cosas sobre los gustos, inquietudes y habilidades de un personaje, y gracias a eso lo conocemos en mayor profundidad. En definitiva, los objetos son uno de los componentes utilizados en la creación de un personaje.

Aquí vuelve a regir el dicho de “menos es más”. No conviertas a tus personajes en ferias andantes de cachivaches y cacharros, sé concreto. En la vida es imposible ser maestro de todo y los seres humanos nos especializamos por naturaleza y por las exigencias propias de no disponer de todo el tiempo del mundo.

Sabemos que a Don Quijote le viene su fanatismo por las historias de caballerías de su placer por leer su libro favorito, el “Amadís de Gaula”. Don Quijote lee otros muchos, pero el Amadís es el principal entre todos ellos y el que es mencionado de manera preeminente como referencia. Es sin duda el libro que el viejo hidalgo ha podido leer en incontables ocasiones.

Los caballeros Jedi de Star Wars son reconocidos a nivel marcial principalmente por su sable láser y nada más, no van armados con un arsenal de armas místicas. El conocimiento de la lucha con el sable láser (y del uso de la fuerza) es lo único que un caballero Jedi necesita para imponerse en un combate.

En “La isla del tesoro”, el cocinero pirata Long John Silver es ampliamente reconocido por su pata de palo y cómo esta afecta a su modo de desenvolverse a bordo. Nótese que Long John Silver no está lastrado por una pata de palo, un garfio como mano y un parche donde debería haber un ojo, lo cual sería una burda hipérbole del arquetipo de pirata. La pata de palo fue suficiente para dar a luz una imagen icónica de pirata para la posteridad.

3) El objeto como personificación

Aquellos objetos realmente principales y decisivos en la historia reciben un nombre en lo que viene siendo un paso más hacia esa estrategia de recurrir a conceptos puramente humanos que acerquen lo inanimado a lo personal. Conceder un nombre al objeto lo individualiza, lo separa por completo de la vulgaridad, de lo corriente, lo hace especial con respecto al resto, porque no hay cosa más propia de los hombres libres que el poseer un nombre. Así pues, un objeto con nombre es, sin duda, un objeto superior fuera de lo común.

En “La muerte de Arturo”, el poder del rey está representado en que es capaz de empuñar la espada acuñada como Excalibur. No es una espada cualquiera, es una espada con nombre, poderosa y concedida por la Dama del Lago, es una espada para un rey.

En los escritos de Lovecraft el libro más famoso capaz de convocar a las fuerzas y poderes oscuros de los mitos tiene un nombre concreto que siempre que es mencionado pone en alerta al lector, el infame Necronomicón. Cuando el nombre de Necronomicón hace aparición, el lector intuye que lo que está por venir no es nada bueno.

4) El objeto como metáfora

Otros de los usos comunes y generalizados. Los objetos carecen de vida, pero la imaginación humana siempre da lugar a la disposición de valores e ideas humanas a través de lo más insospechado por pura asociación.

Igual que decíamos que los colores llevan aparejados un simbolismo innato para los seres humanos tras siglos de convenciones, lo mismo puede conseguirse con los objetos. Muchos objetos llevan ligados una simbología y connotación específica. Sin embargo, no en todas las ocasiones esta metáfora es automática, sino que a veces es circunstancial, es decir, depende del contexto y el universo de la novela.

Por ejemplo, en “Las uvas de la ira” Steinbeck inicia la novela con una profusa descripción del funcionamiento del motor de una camioneta, de tal manera que casi parece que estamos dentro del mismo, entre los remaches. La intención de Steinbeck era asociar el sonido, rechinar y esfuerzo mecánico del motor llevado al límite con la situación de miseria extrema que viven los protagonistas del libro en pleno crack del 29.

La novela “Dune” se desarrolla en Arrakis, que es un planeta con prácticamente toda su superficie cubierta por el desierto y azotada por temperaturas extremas. En Arrakis el agua es el bien más preciado, tanto que excede por completo la idea que se pueda tener en cualquier otro mundo de que el agua aporta vida, hasta el punto de que los habitantes de Arrakis destilan sus propios fluidos corporales para recuperar el agua incluida en ellos y existen diversos ritos y costumbres relacionados con el agua como forma de riqueza. Las condiciones de Arrakis elevan la apreciación del agua a niveles excelsos y particulares.

Sigue atento la semana que viene para encontrar nuevas ideas y ejemplos en relación a los objetos de una novela. Y no dudes en practicar en Sttorybox.com.


Viewing all articles
Browse latest Browse all 125

Trending Articles