¿Cómo va todo, escritor/a?
Ya falta muy poco para conocer el nombre del ganador de nuestro IV Concurso de Relatos, lo que también significa que el próximo certamen está cada día más cerca. Como prometimos, nuestro objetivo es que la siguiente edición se celebre en diciembre, coincidiendo con el fervor y el despliegue de creatividad que la Navidad trae consigo. Aunque todavía no hay anuncios oficiales, todo entrenamiento es poco cuando se trata de escribir una gran historia, por lo que hemos decidido ponerle un toque didáctico al post de hoy, para ayudarte a superar tus rencillas con uno de los elementos qué más quebraderos de cabeza genera dentro del texto: el diálogo.
Guiones, signos de puntuación, aclaraciones, interrupciones o mayúsculas, lo cierto es que, ante un diálogo, el uso adecuado de todos estos elementos se convierte en un auténtico reto. Lo vemos a menudo en las cajas de Sttorybox: hasta las historias más pulidas a nivel ortográfico y gramatical pueden encontrarse con dificultades a la hora de abordar la conversación escrita, ya sea por falta de costumbre, destreza con el teclado o conocimiento de las normas de estilo que suceden al guión. Por todo ello, hemos reunido una serie de consejos y trucos que te ayudarán a mejorar la calidad de tus diálogos para que pierdas el miedo a hacer hablar a tus personajes. ¡Vamos a ello!
El guión largo o raya: todo lo que necesitas saber
Tú, que eres un lector empedernido, seguro que ya te habrás percatado de que el guión que precede los diálogos de tus libros favoritos no es igual al que tienes al alcance de tu mano en el teclado: no es lo mismo un guión corto ( - ), un guión bajo ( _ ) o un guión largo o raya ( — ), que es el que verdaderamente debes utilizar en tus conversaciones. ¿Dónde puedes encontrarlo? Eso depende del sistema operativo y el ordenador que estés utilizando. Aquí tienes una pequeña guía:
- En Mac y OS X: Pulsando ALT + ⇧ + - (guión corto)
- En PC y Windows con teclado alfanumérico: Pulsando ALT + las teclas 0 1 5 1
- En PC y Windows sin teclado alfanumérico: El grupo con peor suerte en esto de encontrar el guión largo. Si tu ordenador no cuenta con teclado alfanumérico, puedes acceder al guión largo utilizando el “mapa de caracteres”. Para localizarlo rápidamente, basta con introducir la palabra “barra” en su buscador. Una vez que lo encuentres, podrás copiarlo y pegarlo siempre que lo necesites.
¡Ya sabes dónde encontrarlo! Ahora pasemos a la otra gran cuestión: cómo colocarlo. No te preocupes, es más sencillo de lo que parece: un guión SIEMPRE figura al PRINCIPIO de un diálogo, y NUNCA al FINAL. Cuando el diálogo es interrumpido por una aclaración del narrador, dicha aclaración siempre figura entre guiones. Por último, una raya de diálogo siempre va pegada (sin espacios) a la palabra que lo sucede, salvo cuando sirve para cerrar una aclaración, en ese caso aparece inmediatamente después de la palabra que lo precede. ¿Confundido/a? Deja que te pongamos un ejemplo:
—Buenos días. (La raya se coloca al inicio pero se omite al final).
—Buenos días —respondió con tono monótono—. ¿Puedo ayudarle en algo? (La raya abre y cierra la aclaración tal y como se puede ver en el ejemplo).
Signos de puntuación VS Comentarios del narrador
Ya eres un experto en el manejo del guión, lo que significa que ya has hecho lo más difícil. Es el momento de afrontar la segunda duda más frecuente dentro de este terreno: ¿cómo puntúo un diálogo si hay acotaciones de por medio? Porque es muy fácil saber dónde va la coma o el punto cuando el narrador no interviene pero, ¿dónde se colocan estos cuando sí que lo hace? Pues bien, todo depende del tipo de acotación:
- Si la acotación empieza con un verbo “dicendi” y no aporta información extra sobre la acción, el signo de puntuación se coloca justo después de la aclaración, tanto si el diálogo continúa como si no.
—Buenos días —dijo con tono monótono—. ¿Puedo ayudarle en algo?
—No, gracias —respondió, con un hilo de voz.
- Si la acotación aporta información extra y no aparece ningún verbo declarativo, el signo de puntuación se coloca antes y la acotación empieza con mayúscula. Si, además, el diálogo continúa, se añade un punto y seguido tras el guión de cierre:
—Pareces cansado. —Se levantó y miró hacia la ventana—. Incluso más que la última vez.
Naturalidad y variedad léxica: los mejores ingredientes para tu diálogo
Si has llegado hasta aquí, ya no tienes por qué temer al diálogo: tus personajes nunca volverán a quedarse sin palabras. No obstante, antes de marcharte y soltar la lengua de tus protagonistas, nos gustaría comentar una serie de consejos finales ajenos a las normas de estilo y puntuación. Al fin y al cabo, el aspecto más importante de una conversación literaria es el contenido, ¿no crees? Y el modo que escojas para expresar ese contenido es crucial para dar un sentido u otro a lo que se está contando a través del diálogo. Por ello, te sugerimos las siguientes pautas para poner la guinda a este post y ayudarte a pulir y dotar de realismo tus futuros diálogos:
- No abuses de las acotaciones: Una conversación con demasiadas aclaraciones e interrupciones puede perder fluidez.
- No uses siempre el mismo verbo “dicendi”: Variar el léxico de tus diálogos mediante el uso de sinónimos te ayudará a que tu texto refleje mayor cuidado y madurez. No es lo mismo un constante “dijo, dijo, dijo” que una cadena de “aclaró, contestó, replicó,…”.
- Utiliza un lenguaje natural: Si vas a escribir relatos próximos a tu contexto sociocultural asegúrate de que el lenguaje no rompa la ambientación ni choque con la personalidad de los protagonistas. Muchas veces un vocabulario llano es la forma de expresión más apropiada.
¡Y hasta aquí por hoy! Esperamos que te haya gustado nuestra pequeña guía. Al menos nosotros hemos aprendido un poquito más realizándola. ¿Hay algo que te gustaría añadir? ¿Quieres compartir tus impresiones con nosotros? ¡Perfecto! Hay toda una caja de comentarios esperándote :) Ahora, ya sabes lo que toca: es el momento de compartir todo lo aprendido poniéndolo en práctica en Sttorybox.