¡Hola escritor/a!
Como esta semana es fiesta y sabemos que es probable que mañana a esta hora todavía estés en los brazo de Morfeo, hemos decidido adelantar el post para que este puente no te quedes sin combustible literario. Las vacaciones son un momento perfecto para dejar a un lado las preocupaciones y centrarnos plenamente en nuestra pasión por la escritura. Por eso (y no pongas esa cara, estos deberes te van a gustar) hemos decidido recuperar nuestra entrada “Ejercicios para escritores: 5 propuestas para disparar tu creatividad“ y ofrecerte una segunda parte :)
Uno de los principales errores que cometemos a la hora de empezar a escribir es quedarnos parados frente a la página en blanco, esperando que las ideas broten del folio por arte de magia. ¿Crees que los Siete Reinos de George R.R. Martin o el Macondo de G.G. Márquez surgieron de la nada? No, las musas se hacen mucho de rogar, pero siempre acaban acudiendo si sabes cómo llamarlas. Hoy, continuando con nuestra pasada entrega, queremos proponerte 5 ejercicios que pueden ser de gran ayuda a la hora de inspirarte. ¿Empezamos?
#6. A la caza de tu personaje
Todo escritor que se precie debe comportarse, de vez en cuando, como un periodista de investigación. ¿Qué significa esto? Que si tu historia no viene a ti, debes salir a buscarla. Escoge una tarde de esta semana que tengas libre, ármate con una libreta y un boli y date un paseo por una zona concurrida de tu ciudad. Observa a la gente que viene y va y escoge a dos personajes anónimos que llamen especialmente tu atención. Elige bien, porque ellos serán tus próximos personajes. Fíjate en sus gestos, su semblante, su forma de vestir y toma notas (discretamente, no queremos que nadie se asuste). Imagina hacia dónde van, de dónde vienen y qué relación hay entre ellos. Cuando vuelvas a casa, intenta reflejar todo eso sobre el papel. ¿No es mucho más sencillo inspirarse en lo que tienes alrededor?
#7. Lluvia de ideas colectiva
En Sttorybox tenemos un lema: la escritura no tiene por qué ser un arte en solitario. Si eres usuario de nuestra plataforma seguro que tienes más de un amigo o conocido que comparte tu amor por la literatura y que también sufre a menudo el “bloqueo del escritor”. Y seguro que también has oído hablar de la técnica del “brainstorming”. Lo que nosotros te planteamos hoy aquí es una versión literaria de esa técnica: pídele a un amigo que te escriba un comienzo y haz tú lo mismo para él. No tiene que parecerte bueno, ni estar perfectamente redactado. Basta con una frase, una idea. Cuando lo tengáis listo, intercambiad el papel y escribid un párrafo como continuación. Después, intercambiad el papel de nuevo, y así sucesivamente. Además de pasar un buen rato, os daréis cuenta de que no solo estáis escribiendo una historia cuando creíais no poder hacerlo, sino que estáis desarrollando dos relatos paralelos a la vez.
#8. Si las palabras no aparecen… pregunta al diccionario
En ocasiones es literal: por más que lo intentas, de tu teclado o pluma no sale ni una sola palabra. ¿Por qué no recurrir al diccionario en estos casos si las tiene todas? Este ejercicio es especialmente interesante a la hora de abordar un poema o un microrrelato. Lo que proponemos es lo siguiente: desempolva el viejo diccionario que guardas al final de la estantería y ábrelo por cualquier página. Escoge una palabra aleatoria (sin pensar demasiado) y haz exactamente lo mismo otras dos veces. Cuando termines, observa tu selección y trata de escribir una historia que en pocos párrafos incluya los tres términos seleccionados. Si quieres hacerlo todo online y de una forma mucho más emocionante, te recomendamos hacer la selección a través de un generador de palabras aleatorias como este.
#9. Tus propias ideas son tu mayor aliado
En la primera entrega de este post planteábamos el “fanfiction” como un modelo de escritura muy interesante a la hora de desarrollar la creatividad. ¿Qué pasaría si recurrieras a ese mismo concepto con tus propias obras? Coge una historia escrita por ti que te guste especialmente y vuelve a leerla. Lo más seguro es que conforme avances en la lectura desmitifiques el texto y pienses eso de: “Oh, ¿cómo pude creer que esto era bueno?”. Tranquilo/a, no queremos hundirte, sino despertar tu ambición de mejora y ponerte en contacto con ese “tú” inspirado que redactó ese cuento hace unos meses. Presta atención, intenta identificar qué te gustaría mejorar y a qué personajes o escenarios te gustaría sacar mayor partido. Cuando vuelvas al momento actual tendrás material con el que desengrasar tu imaginario creativo.
#10. Las música nunca falla
No hay duda: el arte llama al arte. Si en el primer post comentábamos que una fotografía puede dar lugar a miles de historias, la música no podía ser menos. Una melodía puede hacerte sentir rabia, miedo, amor o alegría. La letra de una canción puede evocar un paisaje, una escena romántica o a dos amantes incomprendidos a los que casi pareces conocer. Nuestro consejo para acabar hoy es que hagas uso de esa capacidad que tiene la música para despertar emociones, porque nada inspira mejor una historia que sentir aquello que queremos reflejar. Escucha una canción de amor cuando quieras contar lo que esa pareja intentan decirse, una melodía triste cuando quieras hablar de la soledad o un ritmo que te acelere el pulso al narrar una escena de miedo o acción. Tu literatura fluirá mucho mejor con un pentagrama de por medio ;)
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Y hasta aquí por hoy :) ¿Qué opinas de estas 5 nuevas técnicas? Ya sabes, esperamos tu comentario y, por supuesto, tus historias. Estas vacaciones cierra la puerta al bloqueo creativo y empieza a aplicar estos consejos en www.sttorybox.com.
¡Felices fiestas!